Estafando al rey de la trampa...

Liam se recuperó de su sorpresa y luego siguió en silencio al engañosamente joven y femenino Rey.

No importaba cuánto cavilara, no podía recordar haber visto a tal persona en su vida pasada. No es que hubiera conocido al Rey en persona.

Pero había visto las imágenes y los desfiles de la victoria que sucedieron después de defender con éxito las invasiones.

Estaba seguro de que el Rey debía parecerse a Dumbledore y no a una trampa.

—¿Cómo podía algo tan importante como esto cambiar? No tenía ni idea. También no le quedaba otra opción que adaptarse a los cambios.

—Su alteza —Liam hizo una reverencia y saludó con humildad, mientras seguía de pie. Frente a él, el joven Rey se sentó en el enorme sofá en sus cámaras.

Tenía una pierna cruzada sobre la otra y los ojos profundos del hombre lo miraban en silencio durante un par de minutos.

Luego, como si fuera un pensamiento tardío, movió su mano, indicándole a Liam que se sentara.