Al ver que no había nadie alrededor de ellos, Liam intentó reunir el inframundo en el aire y extrajo la esencia del arbusto, justo como lo había hecho antes.
El huevo también absorbía ansiosamente todo, vibrando de arriba abajo como si estuviera emocionado. ¿Estaría cerca de eclosionar? El pulso de Liam se aceleró mientras recolectaba más esencia.
Pero en ese momento, de repente una oleada de suavidad lo abrazó por detrás. Liam supo al instante quién era y dispersó el inframundo que había convocado.
Primero tenía que lidiar con esta visita inesperada. No podía arriesgarse a que ella viera a Luna.
—¿A dónde huyes en medio de la noche? —la milf lo provocó, pegando sus enormes tetas contra él.
Aunque llevaba una túnica normal, todavía parecía demasiado pecaminosa como si estuviera tramando algo.
—Ummm... —Liam ajustó su posición para asegurarse de que la demonio estuviera frente a él y su espalda hacia Luna.