Fin del mundo

Cuando Liam regresó a la cabina, tanto Shen Yue como Mei Mei lo miraron ansiosamente.

—Hermano, ¿qué pasó? ¿Te hizo algo? —Los ojos de la joven casi se llenaban de lágrimas ya que esto era un trauma pasado en su corazón.

En lugar de la sonrisa infantil y risueña, tenía una mirada triste e indefensa. Considerando que hasta hace poco Liam era alguien que siempre era acosado y golpeado, no podía evitar preocuparse si lo mismo había sucedido de nuevo. El corazón de Liam dolía un poco al verla así. Suspiró suavemente y se sentó al lado de la chica.

—No, nadie podrá hacernos daño nunca más. —Le besó la frente y la acarició.

La pequeña se puso inmediatamente nerviosa y empujó a Liam.

—Hermano, ¿por qué me molestas todo el tiempo?

—¿Qué? ¿Qué hice ahora?

—Ah. No importa eso. Entonces, ¿para qué te llamó? —Mei Mei estaba confundida. Esos idiotas engreídos definitivamente tramaban algo malo. ¡Estaba escrito en toda su cara!