Liam se tomó su tiempo para observar la tableta de piedra adecuadamente. La sostuvo cuidadosamente en sus manos, bueno, al menos tan cuidadosamente como pudo porque la cosa pesaba como una montaña y no era fácil levantarla o colocarla en su regazo. Pero afortunadamente, solo la parte delantera de la tableta parecía ser especial con algo inscrito en ella, así que no tuvo que examinarla de cerca por mucho tiempo. Después de unos minutos, la colocó en el suelo, inclinada contra la pared tal como había hecho la otra persona.