Miles

Leonel arrastró débilmente su cuerpo hacia las puertas del Fuerte. Sus ojos estaban medio cerrados y sus pasos eran tan pequeños que apenas parecía que avanzaba, pero finalmente lo logró.

Cada parte de su cuerpo sentía como si estuviera en sus últimos momentos. Incluso él estaba bastante sorprendido de seguir vivo. Solo podía decirse que la capacidad humana para la supervivencia era muy grande.

—… ¿Hola? ¡Hola!

La cabeza de Leonel se sacudió cuando de repente sintió que alguien le llamaba. Miró hacia arriba y encontró al mismo Oficial de Nivel 2, Doran, parado frente a él, agitando una linterna cegadora en su mano.

Leonel entrecerró los ojos, encontrando difícil mirar la luz.

«¿Por qué demonios este tipo está agitando algo como esto en mi cara?»