Aplauso Tronador

Leonel siguió caminando en su estado de distracción. Realmente no había escuchado las palabras de la Comandante Lluvia Violeta en absoluto. Estaba inmerso en su propio mundo. De hecho, podría haber salido completamente de la arena si no hubiera sentido de repente que alguien estaba de pie frente a él.

—¿Hm?

Leonel frunció el ceño y levantó la mirada.

Era preciso decir que Leonel era bastante alto. De hecho, desde sus días en la academia, había crecido una pulgada más o menos. Ahora, medía 6'4. Así que, a pesar de que el joven que estaba frente a él tenía un aura muy dominante, Leonel, al mirar hacia arriba, incluso a pesar de tener la espalda encorvada, permanecía más alto.

Al ver esto, el joven entrecerró los ojos, pero su impulso no se atenuó en lo más mínimo.