Leonel salió de su Mundo de los Sueños y sonrió, tomando al pequeño Espíritu de Metal en sus manos y jugando con él nuevamente.
—Este será nuestro primer proyecto juntos, Tolly. ¿Estás emocionado?
Tolly se dividió en numerosas bolas plateadas, saltando alrededor de las manos de Leonel como pequeños glóbulos de mercurio. El pequeño no necesitaba hablar para que Leonel supiera que estaba emocionado.
Recientemente, Leonel le había estado alimentando con muchos metales. Tierra podría no ser un mundo de la Cuarta Dimensión todavía, y, como tal, carecía de minerales de alta calidad que vinieran con esta evolución. Pero, ellos como pueblo habían exprimido todo lo que podían de los materiales que tenían, creando aleaciones que este pequeño Espíritu de Metal amaba consumir en su estado actual de evolución.
El bocadillo favorito de Tolly era una aleación de platino e iridio. Gracias a esto, el pequeño ya había alcanzado el Quinto Nivel Negro.