Curiosidad

Medio mes después, aún se podía encontrar a Leonel caminando por el bosque. Aunque sus cosechas podrían considerarse grandes, todavía estaba en un estado increíblemente lamentable.

Su collar de cadena de Cuasi Bronce logró remendar su ropa en los lugares donde se había desgarrado, pero la cojera en su caminar, la sangre seca y las heridas en su piel, sin mencionar la palidez en su rostro, eran cosas con las que no podía hacer nada. Esto llevó a una situación en la que su ropa estaba en perfectas condiciones, pero su cuerpo parecía haber pasado por cien batallas consecutivas.

Si alguien hubiera seguido a Leonel desde el inicio hasta ahora, vería una escena bastante extraña. Primero, Leonel se encontraría con una bestia a la que apuntar. Segundo, mataría fácilmente a esa bestia. Y, finalmente, justo cuando se estaba sintiendo complacido por su victoria, esa misma maldita racha negra lo atacaría desde un ángulo impredecible.