Atrapado

El rostro de Leonel se torció ligeramente de dolor. Por muy acostumbrado que estuviera a las heridas, la sensación de que su mano prácticamente explotara desde adentro lo dejó con ganas de gritar.

Los otros tres jóvenes lo miraron con miedo evidente en sus ojos. Fue solo un toque simple, pero el desenlace de Leonel había sido tan terrible. Si hubiera aguantado solo una fracción de segundo más, ¿qué tan peores habrían sido sus heridas?

Leonel tomó varias respiraciones profundas.

Tal vez la peor parte de todo esto fue la pérdida de su mano. Las manos de un Artesano de la Fuerza eran la parte más importante de su cuerpo. Con su mano izquierda en este estado, simplemente no sería posible crear nada.

«… Soy demasiado imprudente…»

Leonel apretó la mandíbula.

—Retrocedan.