Después del arrebato inicial de emoción, Leonel se calmó de inmediato.
¿De qué había que sentirse orgulloso? Solo había tocado los cuatro metros, aún quedaban seis más por recorrer. Y ahora le quedaba incluso más claro que la dificultad de cruzar esa distancia se duplicaba con cada metro que avanzaba. El hecho de que hubiera saltado directamente de dos metros y medio a cuatro era un testimonio de lo grandioso que era su Factor de Linaje del Dominio de la Lanza, pero eso era todo. ¿Era siquiera posible mejorar lo suficiente como para cruzar la distancia restante?
Los otros jóvenes parecían darse cuenta de esto también. Así que sus expresiones sonrientes pronto desaparecieron.
—Guapo, apúrate y mejora un poco más. Soy demasiado joven y bella para morir —dijo Viento Fluyente. Esto lo expresó como si estuviera bromeando, pero había un miedo muy bien escondido en su tono. No era algo que Leonel dejaría pasar por alto.
Leonel tomó una respiración profunda.