Paisaje Onírico (2)

Originalmente, todos siempre dirigían miradas hacia Leonel debido al bordado dorado en sus túnicas, lo que hacía obvio que era un Santo Hijo. Pero ahora, todos lo miraban como si fuera algún tipo de fenómeno extraño.

No importaba dónde estuviera en la biblioteca, los tens de metros alrededor de él estarían completamente despejados de personas. Simplemente era imposible para ellos estudiar y leer cómodamente bajo su opresiva aura.

Era una cosa si solo fuera eso, pero estaba leyendo una cantidad obscena de libros. Siempre iba a una nueva mesa con las manos vacías, pero en el siguiente momento, uno tras otro, sacaba enormes textos de la nada y los apilaba varios metros en el cielo. Luego, después de devolverlos todos, se movía a una nueva sección de la biblioteca y repetía el proceso nuevamente.