Flechas Mágicas

Leonel respiraba pesadamente, barriendo a los enemigos delante de él con una mirada inexpresiva.

Aunque parecía estar en una mala situación, Leonel no lo sentía así. Después de todo, todos sus enemigos estaban frente a él. No lo habían rodeado y aún tenía un camino para retirarse.

La mirada de Leonel se posó en Lamorak, evaluándolo de arriba abajo. No se molestó en decir palabras, ya que no había nada que pudiera decir que cambiara la situación actual.

En muchos aspectos, Lamorak y Gran Buda eran increíblemente similares. Ambos eran fervientes defensores de sus ideales individuales: uno por la Legión Asesina y el otro por Camelot. Para ellos, en el momento en que Leonel desafiaba sus líneas de fondo, ya lo consideraban un enemigo.

Para personas como ellos, las cosas solo estaban en blanco y negro. E, incluso si eran conscientes de que podría haber una región gris, preferirían erradicar cualquier instancia de ella para protegerse de tener que desafiar sus propios ideales.