Los días pasaron lentamente, pero Leonel casi no los notó. Su cuerpo era ligero como una pluma, siguiendo una progresión natural que ni siquiera le parecía difícil.
Entonces, un día…
¡BANG!
¡SHUUUUUUU!
Un vapor caliente se disparó alrededor del cuerpo de Leonel.
Bueno, a primera vista parecía solo vapor. Pero, tras una segunda inspección, cualquiera se sorprendería al descubrir que en realidad era Fuerza. ¡Fuerza tangible!
Esta no era el tipo de Fuerza que solo aquellos con Vista Interna podían ver. Incluso los mortales que no habían entrado en contacto con la Fuerza ni un solo día de sus vidas podrían verla claramente. ¡Este tipo de sorprendente Cristalización era algo que ni siquiera el Rey Arturo había alcanzado!
Leonel tomó un profundo respiro.
Toda la densa niebla a su alrededor pareció entrar en su cuerpo, llenando sus poros e incrustándose en su alma, dejándolo con una sensación incomparablemente renovada.
«Lo hice… Esto también debería ser la Etapa Fuerte…»