¿Villano Principal?

Los soldados que custodiaban las murallas del Fuerte fueron completamente tomados por sorpresa. Ninguno de ellos parecía tener medidas adecuadas para reaccionar. Antes de que alguien pudiera siquiera comenzar a pensar en contramedidas, el lobo blanco ya había aterrizado sobre las murallas. Una fuerte garra barrió el área, llevándose a un grupo de más de una docena con un solo ataque. Sangre y gritos de agonía llovieron. Algunos cayeron desde las murallas, pero incluso aquellos que tuvieron la suerte de aterrizar sobre ellas sintieron como si cada hueso de sus cuerpos se hubiera roto. Así, la característica más orgullosa del Fuerte fue conquistada. ¿De qué servía tal protección si bastaba un solo salto para eludirla?

—Dame una maldita pistola —ladró Miles, arrebatando el rifle del Comandante.