Fuego!

Leonel era como un sol ardiente. Se sentía e incluso parecía como si él fuera la estrella central de un mundo. Incluso las paredes de acero astillado a su alrededor empezaron a tornarse de un feroz tono rojo, haciendo que aquellos Inválidos que aún intentaban escalarla en su presencia sufran un destino peor que la muerte.

Esto no era otro que la manifestación del dominio de la maga de fuego. Sin embargo, Leonel había llegado a entender que esto no podía considerarse un verdadero dominio. La diferencia entre este y su Dominio de Cadenas era sutil, pero estaba ahí.

De su comunicación con el diccionario, Leonel aprendió que esto se conocía por muchos nombres diferentes. Algunos mundos lo llamaban un «Estilo», otros lo llamaban «Artes Marciales», algunos lo llamaban un Dogma o un Dao…

En última instancia, esta era la rama final de lo que Leonel había categorizado como el sistema de poder de este nuevo orden mundial.