Leonel echó un vistazo a los más de 200 hombres y mujeres frente a él. El mayor no tenía más de 25 años, mientras que el más joven podría haber tenido 16 o 17. Pero, todos ellos llevaban la experiencia de varias batallas. Estaba muy claro que esta no sería su primera misión.
Aunque Leonel tenía la habilidad para hacerlo, no los eligió basándose en su fuerza. Decidió elegir al azar, no solo para dejar un poco de respeto a Noah, sino porque no le importaba particularmente cuán fuertes eran.
Honestamente, no sabía por qué había aceptado la propuesta de Noah. Fue más un impulso que cualquier otra cosa. Pero, ahora que había tomado su decisión, no tenía sentido lamentarlo. Había incluso algo en ello que lo llenaba con un toque de emoción.
Su espalda se enderezó un poco, su pecho se ensanchó un poco más. El aura que rodeaba su cuerpo causó que ellos se alinearan, con expresiones serias.
—¿Quiénes son los líderes entre ustedes? —Leonel finalmente habló.