—Todos en la habitación la miraron cuando gritó, lo que la hizo sentir un poco avergonzada.
—Las sirvientas miraron a Max con ojos brillantes cuando vieron que el hechizo escrito por él se vendía por millones de piedras de Mana.
—Max también estaba encantado. Sin embargo, como dicen, los humanos son las criaturas más codiciosas. Max deseaba que alguien aumentara la oferta y les diera aún más riqueza.
—En la habitación 23, Janice miró a Jack, quien parecía alguien que había perdido su alma, con una sonrisa burlona y dijo: "Señor Jack, si le faltan algunas piedras, siempre puede pedírmelas."
—No, está bien. No es necesario.—Jack sacudió la cabeza. Cuando vino a la ciudad de Ninam por frutas del espíritu, le dieron un total de 5 millones de piedras de Mana, lo cual era bastante incluso para una familia tan rica como la Familia Dalton. Sin embargo, la familia aún le dio tanto por si acaso aparecían algunas cosas valiosas en la subasta.