Movimientos atrevidos

Después de calmarse, no pudo evitar preguntar:

—¿No nos pidió Max que evitáramos que ese loco se uniera a la lucha? ¿Cómo vamos a hacer eso si nos escapamos?

—No tienes que preocuparte por eso. Ya hemos cumplido nuestra tarea. Mira detrás de ti —respondió Belén calmadamente mientras aumentaba su velocidad.

Al oírlo, Leticia giró confundida la cabeza y vio a Jack en su bestia voladora persiguiéndolas. Tenía una sonrisa repugnante en su rostro.

—Belen, ¿él también es un mago de tres estrellas? —preguntó de repente Leticia.

—No. Si lo fuera, Max no nos habría pedido que lo mantuviéramos ocupado —negó Belen con la cabeza.

—¡Muy bien! —asintió Leticia y una expresión despiadada apareció en su rostro—. Matémoslo cuando estemos un poco más lejos.

—Ese era mi plan.

—Hmm. Libera estas ataduras. Te llevaré —dijo Leticia—. Ya que Belén no era una maga de tipo agilidad, su máxima velocidad solo era comparable a la velocidad normal de Leticia.