Anna frunció el ceño y preguntó —¿Por qué un Anciano querría hablar contigo? ¿Está relacionado con la misión de búsqueda?
—Uh, podría ser —Max se encogió de hombros antes de cerrar la puerta y entrar, sin esperar a que ella preguntara algo más.
Anna se quedó allí mirando su espalda con una expresión extraña en su cara. Por alguna razón, sentía que él estaba ocultando algo y eso la hacía sentirse un poco inquieta en el corazón.
—Olvidalo. Si es algo que debo saber, él me lo dirá —suspiró y sacudió la cabeza, sin molestar en pensar demasiado sobre ello, y lo siguió.
…
Flavia ya había terminado de comer. Al ver regresar a Max y Anna, se levantó, sonrió a Anna y habló con su dulce voz —Gracias por la comida. Estaba muy deliciosa.
Al escuchar su cumplido, Anna rió feliz —Jeje, me alegra que te haya gustado. Si no te importa, puedes cenar con nosotros a partir de ahora.
El corazón de Flavia se agitó al escuchar su sugerencia y miró hacia Max, quien la miraba con una sonrisa.