Resistencia agotada*

—Solo podía imaginarme porque sabía que Max estaba recompensando a Leticia por sus mejores esfuerzos. Si ella también quería experimentar su lengua, tendría que trabajar por ello.

Un momento después, ella salió de su trance y se movió hacia su miembro, que la estaba esperando con ansias.

—Podía ver que estaba listo para penetrarla. Así que, sin perder tiempo, se sentó en sus muslos y, usando su mano, dirigió su vara a la entrada de su coño. Entonces, de repente, se sentó, su trasero golpeando sus muslos.

—Ahng~

—Mientras su abultada vara la estiraba por dentro, cálida, húmeda y suave, y golpeaba el final de su canal, olas de placer intenso golpearon sus nervios de placer, un moan alto y satisfecho escapó de sus labios.

—¡Bien! —Max también gruñó en el coño de Leticia, haciéndola temblar de placer.