Ashroth miró profundamente a Max, la intención asesina parpadeando en sus ojos. Pero su amor y preocupación por la seguridad de Amara era más fuerte que su intención asesina hacia Max.
Asintió con la cabeza, una expresión solemne en su rostro.
—Si descubro que me mentiste, haré que tu vida sea peor que la muerte. Querrás morir, pero la muerte no vendrá por ti.
Max se estremeció ante sus palabras, pero no dijo nada.
Entonces Ashroth extendió su mano y exigió fríamente:
—Dame tu anillo espacial.
Max asintió. Quitándose el anillo, se lo arrojó, lo que hizo que Ashroth entrecerrara los ojos.
—No se te permite salir hasta que ella regrese.
Después de decir esto, Ashroth salió y se sentó en el sofá del salón principal.
Max se encogió de hombros y se tumbó en la cama, esperando.
…
Whoosh!
Amara aterrizó frente a la tienda de Beille antes de apresurarse a entrar.
Las dos demonias querían detenerla, pero cuando vieron quién era, guardaron silencio.