¡Bang! ¡Bang!
El dúo se estrelló contra el suelo, creando pequeños cráteres.
Los Ancianos miraron esta escena y sintieron escalofríos recorrer sus espinas, y un pensamiento apareció en sus mentes simultáneamente.
«Un mago de rango rey no es algo que podamos enfrentar, ni siquiera si todos fuéramos tan fuertes como el director».
¡Cof! ¡Cof!
El director tosió y lentamente levantó su cuerpo. El maestro del salón también se levantó.
Ambos tenían las caras pálidas, desprovistas de color. Sin embargo, no era porque estuvieran gravemente heridos, sino porque fueron testigos de primera mano de lo poderoso que era un mago de rango rey.
Bueno... no era del todo cierto, ya que el ataque de ahora fue un golpe casual. Sin embargo, esto era exactamente lo que más los horrorizó.
—S-Senior... —el director habló, su voz temblando ligeramente, pero solo pudo decir una palabra antes de que Garima lo interrumpiera.
—Ella no es un demonio. Así que, deja este asunto.