—Esa anciana… es más fuerte que mi padre. —Amara agregó con un ceño fruncido en su rostro.
Empezaba a preocuparse por su familia de rama porque no tenían ningún demonio emperador mientras que ella ya había encontrado dos magos emperadores en este lugar perdido.
—¿Mm? —Emily, Anna y otros le dieron miradas extrañas a ella y a Max cuando la escucharon. Todos tenían la misma pregunta en mente:
Si tu padre es más fuerte que un demonio de cinco estrellas, ¿cómo Max la esclavizó? Por supuesto, nadie preguntó esto ya que podían ver que su relación ya había superado una típica relación maestro-esclavo.
Anna, sin embargo, no pudo evitar preguntar:
—¿Qué tan fuerte es tu padre, Amara?
—Debería ser un pico rey g—guerrero. Tal vez ya ha roto hacia el reino emperador. —dijo con una mirada pensativa.
Las damas asintieron a sí mismas ante la revelación. «De hecho, teníamos razón», pensaron.