Salvador

¡Swoosh!

La tierra se movió, y la esposa y la hija del jefe aparecieron.

La mujer tenía lágrimas en los ojos porque sabía muy bien que su esposo ya no estaba, porque el talismán que usó no era un talismán normal. Era algo oscuro que requería que el usuario sacrificara su vida antes de que pudiera explotar con todo su potencial. Ese era el último recurso que tenía la Familia Riggalton en caso de que encontraran algo como aquello antes.

—M-Madre, ¿dónde está padre? ¿Por qué no vino con nosotras? —la hija, llamada Ellie, preguntó, con lágrimas corriendo por sus hermosos ojos marrones. Aunque no sabía nada sobre el talismán, tenía el presentimiento ominoso de que nunca más podría ver a su padre.

La mujer la abrazó y sollozó en silencio, sin responder. ¿Qué se suponía que debía decir? ¿Decir que su padre había sacrificado su vida y las había enviado lejos? Sabía que si decía esto, su hija se derrumbaría completamente.

¡Whoosh!