Ellie está dispuesta, Peligro Repentino

«Wu… wu… wu…». Cuando Max llegó cerca de la entrada del valle, escuchó sonidos de sollozos ahogados. Al mirar, vio a una joven delicada, Ellie, sentada bajo el árbol, con la cabeza entre las rodillas. Una gran mancha de su túnica se había mojado por sus lágrimas.

Viendo esto, Max se sintió mal por ella. Suspirando, se acercó lentamente.

Ellie levantó la cabeza cuando escuchó los pasos frente a ella. Cuando vio que era Max, quien había venido, mordió sus labios y bajó la cabeza, sin querer mirarlo, y mucho menos decirle algo.

Al ver esto, Max tampoco habló y en su lugar se sentó a su lado. Ellie, aunque se sentía resentida y no quería estar cerca de él, no se levantó y se fue, temerosa de que lo enfadara.

Justo cuando empezó a sentirse incómoda, escuchó a Max decir en voz suave, —No debí haber dicho todo eso. Lo siento.