Un Maravilloso Descubrimiento

Oliver dudó por un momento cuando escuchó la nueva oferta antes de hacer otra oferta.

—¡210,000!

El Príncipe Eric y Rael Dalton suspiraron aliviados. Dado que este tipo solo aumentó la oferta en 10,000 a diferencia de su aumento anterior de 50,000, significaba que no tenía suficientes fondos o no estaba dispuesto a pagar demasiado por ello.

No importa cuál fuera cierta, era una buena noticia para ellos. Sin embargo, también sabían que otros interesados, como el Arasia y el resto de las familias nobles principales de la Capital Real, aún no habían participado, lo que significaba que las posibilidades eran altas de que esta subasta estuviera lejos de su fin.

—¡250,000! —Rael hizo otra oferta.

—¡300,000! —el Príncipe Eric siguió inmediatamente.

Oliver entrecerró los ojos, y la esquina de sus labios se levantó en una mueca—. ¿Quieres competir conmigo?

Tocó el reposabrazos de su silla e hizo otra oferta.

—¡3000 Piedras de Maná de Alto Grado!

¡Boom!