Capítulo 31: Castigo

Zach parecía impotente mientras veía acercarse a Zoom hacia Lucifer.

Los cuatro acababan de unirse recientemente a la APF. Ninguno de ellos había trabajado juntos anteriormente, así que esta era su primera misión luchando como equipo. Desafortunadamente, no estaba saliendo nada como se había planeado.

La arrogancia y la ignorancia de Zoom estaban haciéndole ignorar todo lo que les enseñaron durante el entrenamiento, y Zach no podía hacer nada más que observar.

Enforcer, por otro lado, ya se había ido para ayudar a Perfecto.

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El puño de Lucifer impactó en el pecho de Zoom al mismo tiempo que la patada de este último golpeaba el rostro de Lucifer.

Desafortunadamente para él, esta vez Lucifer estaba más preparado. La pura fuerza fluía por su cuerpo, la cual estaba utilizando para mantenerse firme en el suelo.

Una pierna y un puño impactaron al mismo tiempo en personas diferentes, pero el resultado fue distinto para ambos, ya que Zoom fue lanzado hacia atrás como una piedra debido a la brutal fuerza pura de Lucifer.

Lucifer, por otro lado, también sufrió un poco ya que volvió a perder el equilibrio a pesar de intentar mantenerse firme, pero el daño a su rostro fue mucho menor y se sanó de inmediato.

Aun así, no dejó que Zoom sufriera al igual que Perfecto. No quería lanzarlo lejos también. Ahora que tenía una oportunidad, era mejor tomar ventaja.

Comenzó a correr tras Zoom, quien había sido lanzado hacia atrás incontrolablemente.

—No tan rápido —dijo Zach finalmente mientras daba un paso a un lado y permitía que Zoom pasara antes de golpear el suelo.

Zoom acababa de pasar junto a Zach, volando sin ninguna voluntad propia. Lucifer lo perseguía cuando el puño de Zach impactó en el suelo.

Una pared de llamas salió del lugar donde el puño de Zach había golpeado, extendiéndose por todos lados.

Creó una pared de fuego para evitar que Lucifer persiguiera a Zoom, mientras que también retrocedió un poco para crear algo de distancia de Lucifer, quien se había acercado.

Lucifer vio la pared de llamas, pero no se detuvo ni mostró miedo. Incluso con la furiosa pared de fuego en su camino, su confianza en su capacidad de sanación lo abrumaba mientras corría a través de la pared de llamas sin detenerse.

Zach, quien no había esperado esto, era el más cercano a Lucifer cuando pasó a través de las llamas.

Una expresión atónita envolvió su rostro, ya que no había esperado que Lucifer no se preocupara por su vida. En su conmoción, ni siquiera se dio cuenta de que debía correr.

Lucifer notó que Zach estaba más cerca de él y cambió su objetivo hacia él.

En un abrir y cerrar de ojos, alcanzó a Zach y extendió su mano izquierda para agarrarlo del cuello.

Estaba a punto de tomar la garganta de Zach cuando una bala voló desde la distancia y penetró su ojo derecho, dejando un agujero donde debería estar su ojo.

Lucifer cayó de rodillas, finalmente sintiendo un dolor diferente a cualquier otro que hubiera sentido. No podía compararse con lo que enfrentó en la instalación, pero aún así era más alto que lo que había experimentado después de dejar la instalación.

¿Qué era esta bala? Había sido disparado previamente, pero ninguna de las balas parecía tan letal como para derribarlo.

Su cuerpo perdió toda su fuerza y pronto cayó al suelo, incapaz de moverse. Quedó tumbado en el suelo como un cadáver mientras la sangre emanaba de su cuenca ocular.

Zach miró a Lucifer, quien yacía en el suelo sin moverse.

—Vaya, nuestra primera misión, y no pudimos capturar a nuestro enemigo vivo, aunque era solo un niño. No creo que tenga cara para enfrentar a los superiores —murmuró para sí mismo mientras suspiraba.

Se giró para ver cómo estaban el resto de los miembros de su equipo. Fuera de la casa, podía ver a Perfecto de pie apoyándose en el hombro de Enforcer. Una pistola estaba en su mano. Era evidente que él había sido quien disparó.

Por otro lado, Zoom estaba tosiendo mientras se sentaba sosteniendo su pecho.

—¿Estás bien? —preguntó Zach a Perfecto.

—Sí. Más o menos bien. Aunque creo que los huesos de mi pecho están rotos —le dijo Perfecto a Zach mientras se frotaba el pecho con una expresión de dolor en su rostro.

—Oh, cierto. Lo siento por dispararle. Lo vi abalanzándose sobre ti y parecía que tu vida estaba en peligro. Esta fue la única opción que pude pensar —añadió con un tono apologético.

—No te preocupes por eso. Puede que me hayas salvado la vida. Es mi culpa por congelarme, ya que fue algo tan inesperado. Explicaré la situación a los superiores —respondió Zach.

—¿Y tú? —dirigió su mirada hacia Zoom y preguntó—. ¿Cómo estás?

—No tienes que actuar tan considerado. Sé que arruiné todo. Lo siento —le dijo Zoom a Zach mientras se ponía de pie. Parecía estar en una condición algo mejor que Perfecto.

—Está bien, supongo. Nadie resultó herido. Pero la próxima vez, no lo hagas —dijo Zach a Zoom mientras sacudía la cabeza.

—De todos modos, como castigo, tú serás el encargado de transportar su cadáver al vehículo —añadió mientras comenzaba a caminar hacia la salida.

Zoom se frotó la cabeza con fastidio al quedar atrapado con la tarea de mover el cadáver, pero era cierto que había cometido un error, y su equivocación podría haber resultado en la muerte de alguien.

Solo le quedaba cumplir con el castigo y esperar que Zach fuera lo suficientemente considerado como para no informar a los superiores sobre su error.

Zoom se acercó a Lucifer y pasó al lado de Zach, quien caminaba en dirección opuesta, saliendo de la casa.

Justo cuando Zach puso su primer pie fuera de la casa, Zoom llegó a Lucifer.

Miró al niño con molestia mientras decía de manera irritada:

—¿Ves, chico? Si no hubieras sido tan arrogante, no estarías muerto. Deberías haber escuchado nuestras órdenes.

—Ahora puedes pudrirte en el infierno. Tú solo tienes la culpa de esto —añadió mientras extendía su mano para sujetar los brazos de Lucifer y arrastrarlo.