Caen entró en la habitación donde aparentemente se estaba llevando a cabo una reunión entre Vega, Isona y Dion. Cada uno de ellos estaba sentado alrededor de una mesa, sin hablar. Parecía como si estuvieran esperando a alguien aquí.
—Finalmente, terminé con este trabajo de niñera. Suspiro, ¿por qué tuve que quedarme atrapado con esto? ¿Sabes lo difícil que es para mí ser social? —se quejó Caen mientras tomaba una de las sillas y se sentaba en ella.
—¿No es porque tuviste la suerte de que te asignaran el lugar donde él apareció? —respondió Isona.
—Por otro lado, nosotros acechamos esa instalación. Fue tan aburrido. ¿Sabes lo mal que estaba allí? Al menos tú tuviste algo de acción. Nosotros, en cambio, estábamos aburridos hasta la muerte —añadió mientras comenzaba a reírse.
—Así que, en resumen, mi suerte fue mala —resumió Caen mientras suspiraba.