Capítulo 146: Guarda tus secretos

El Doctor Layman miró hacia Lucifer para ver sus expresiones, pero Lucifer parecía completamente impasible. Por otro lado, Caen tenía una sonrisa en el rostro, como si lo disfrutara mucho más.

—¡Continúa! ¡Incrementa el índice de dolor en un veinte por ciento! —ordenó Lucifer. No había ni una pizca de duda en su voz.

El Doctor Rao siguió gritando durante diez minutos continuos. Su voz se había vuelto ronca, sus ojos estaban inyectados de sangre con lágrimas todavía cayendo por sus mejillas, y su cuerpo temblaba de dolor. Todo parecía similar a lo que Lucifer había sufrido.

Desafortunadamente, el dolor no se detuvo. Parecía que, con el tiempo, se estaba volviendo incluso más insoportable.

—¡Detengan esto, por favor! —gritó como un lunático mientras sus ojos ensangrentados miraban a los demás en el laboratorio.