Varant sabía que era el mismo ataque que había visto anteriormente. El mismo ataque que destruyó la barrera y su helicóptero.
También tenía una idea general de quién era la persona que lo estaba atacando.
—Gensi… —dijo Varant con calma mientras esquivaba los dos haces de espada.
—Lo sé. Me encargaré de él —dijo Gensi mientras su figura desaparecía como un asesino.
Cuando Varant esquivó el ataque, los haces de espada impactaron en la casa tras él, destruyéndola por completo.
No hubo más ataques, y Varant estaba seguro de que ya no iban a haber esos ataques. Gensi se encargaría de ese tipo.
En cambio, se concentró en la llamada. Varant llamó al número de la Hunter Union para preguntar sobre el paradero de Zeiss.
—¿Dónde está Zeiss? —preguntó tan pronto como contestaron la llamada.
—¿Puedo preguntar quién está preguntando? —llegó la respuesta del otro lado.
—¡Varant!
—Ah, señor. Lo siento, pero él no está aquí. Fue a explorar un dungeon.