Después de asegurarse de que todos dejaron la ciudad, Kellian y Yaliza llegaron a la mansión con Tristan.
—Hombre, este chico sí que sabe cómo vivir en el lujo —comentó Tristan tan pronto como vio la Finca.
—Parece que sí —Kellian también estuvo de acuerdo.
Los tres también se unieron a Raia, quien estaba inmerso en una conversación con Lucifer.
—Hola. Soy Tristan. ¿Cuál es tu nombre? —Tristan se detuvo frente a Casio mientras preguntaba extendiendo su mano.
—Casio —respondió Casio mientras hacía lo mismo.
—Entonces, ¿también eres espadachín? —preguntó Tristan.
Casio miró su espada mientras asentía. —Supongo que puedes decir eso.
—Es fascinante conocer a un espadachín fuerte. ¿Estarías interesado en luchar conmigo? ¿Podemos hacerlo un combate de práctica? —preguntó Tristan, sugiriendo una batalla ahora que estaba libre.
—Tristan, ahora no es el momento —le recordó Kellian.