Empezaba a tener muchos pensamientos negativos en ese momento.
—No lo sé. En este momento, ni siquiera yo tengo idea. Todo lo que puedo decir es que estas personas lo van a lamentar si algo le pasa —respondió Salazar, sentado en su asiento con los brazos cruzados.
—¿Cómo? ¿Nosotros dos no somos suficientes para eso? —preguntó Caen.
—Ah, señor. ¿Está olvidando que tiene a todo el Consejo de Brujos detrás de usted? —Heath le recordó a Caen, aún sin saber que estas personas no eran del Consejo de Brujos—. ¡Solo tiene que dar una orden, y la fuerza del Consejo de Brujos estará aquí para vengarse!
—Tiene razón —coincidió Salazar—. Tenemos nuestra propia fuerza detrás de nosotros. Aunque a Kellian y los demás no les guste, ciertamente vendrían aquí cuando se den cuenta de que Lucifer está desaparecido. Todo este lugar se convertirá en una Zona de Guerra.
—Solo esperemos que no llegue a eso —murmuró Caen, mirando hacia arriba.
...