—¿Mantener a Milena a salvo? —preguntó Salazar con una expresión torcida en el rostro—. ¿Desde cuándo se convirtieron en protectores de Milena? ¿Qué estaba pasando realmente?
Lucifer levantó su mano izquierda y tocó su muñeca tres veces para señalar algo. —Ahora ella no es mejor que un humano ordinario.
Al ver ese gesto, Salazar pareció haber entendido todo.
—¡Ah, así que eso es lo que hiciste! Elimina la cabeza de una serpiente y toda la serpiente cae. Realmente inteligente. No te preocupes. La mantendré a salvo hasta que regreses.
Salazar se volvió hacia Caen y agitó su mano. —Ven conmigo. Allí también estarás más seguro.
Caen asintió.
—Ah, cierto. —Salazar miró de nuevo a Lucifer como si recordara algo—. Creo que podrías necesitar esto. No funcionó en los Nobles, pero puede ser útil contra los Brujos ordinarios.
Le lanzó el arma a Lucifer, la cual le había sido dada.
Lucifer atrapó el arma y la guardó en su bolsillo.