—Estábamos en su radar desde que entramos en este Imperio. Creo que es hora de que dejemos de escondernos y les mostremos algunas cosas, para que no nos subestimen demasiado como para atacarnos —respondió Salazar calmadamente.
—Además, según lo que sabemos, mi segunda habilidad no funciona en Milena, pero aparte de eso, funciona en todos los demás aquí. Así que tengo una buena oportunidad de ganar esta vez a menos que Milena venga personalmente a luchar conmigo —continuó—. Dudo que lo haga.
—No olvides, puede usar las habilidades de las personas a las que transformó —respondió Caen—. Es bastante posible que haya recibido esa resistencia mental de uno de los Nobles que transformó. Ella podría no participar, pero ese Noble podría hacerlo.
—Así que aún debes continuar alerta —continuó—, porque sería el final del juego si te perdemos en este punto.