—No realmente. Como Noble, nuestra responsabilidad es solo hacia Su Majestad. Además, ¿por qué me iría? Ya vi el mundo exterior. Y en toda honestidad, me gusta más la atmósfera serena del Imperio Divino.
La explicación de Arthur calmó todas las suposiciones de Lucifer. Nuevamente dejó de hablar y regresó a su silencio.
Los helicópteros viajaron durante horas antes de llegar al aeropuerto.
Los helicópteros del Imperio Divino alertaron a los funcionarios de la Ciudad y del Aeropuerto, quienes salieron apresuradamente para darles la bienvenida.
Milena los ignoró a todos y les dijo que los dejaran solos.
El avión de Elisio estaba en el aeropuerto desde el cual Lucifer había llegado. Todos subieron al avión, al que se le otorgó el permiso para despegar instantáneamente.
El avión aceleró y pronto se elevó en el aire, teniendo a Elisio como destino.
...
Era de noche en la pequeña nación isleña.