—Entonces, ¿tienes un crush en él? —preguntó la señora.
—Y-yo... No lo sé. Hay algo en él que es muy atractivo, pero no sé qué. Además, ni siquiera lo conozco tan bien —respondió Yui, bajando la cabeza.
—Jajaja, puedo entender ese sentimiento. Yo era igual cuando conocí a tu padre. Deberías intentar conocerlo. Si aún te gusta, puedes venir a mí. Yo arreglaré algo.
—Pero madre, él no es un Lobo de Nieve...
—¿Y qué? Aún es una Bestia Alta. Y el matrimonio Interespecies no es un tabú. Fue solo una coincidencia que me enamoré de tu padre, quien también resultó ser un Lobo de Nieve, pero eso no significa que tuviera que casarme simplemente con un Lobo de Nieve —respondió la señora.
—Lo que eres no importa. Y lo que él es tampoco importa. Lo que importa es si te gusta o no. Así que decide eso primero, y luego pensaremos en otras cosas —añadió—. De cualquier manera, parece que él va a quedarse aquí un tiempo. Deberías tener suficiente tiempo con él.