Los últimos diez días, toda la facción Elite estuvo inmersa en un proyecto ultrasecreto. Cada uno, con su fuerza recién descubierta, tuvo que contribuir colectivamente para llevar a cabo esta tarea. Los beneficios eran inmensos.
Rudra había prohibido absolutamente a cualquiera mencionar remotamente el contenido de los últimos diez días de la misión. Incluso a los miembros más confiables del gremio en la ciudad de la capital, ya que todo el futuro del gremio dependía de ese secreto.
No es que los demás necesitaran un recordatorio de este hecho, ya que también entendían lo crucial que era este secreto. Solo podía describirse con una palabra: «Revolucionario». Esta fue la mayor ayuda que Luna le había dado a Rudra, ya que todos los esfuerzos de los días anteriores para mejorar fueron en favor de la última misión, para la cual Rudra necesitaba que el grupo cooperara y la completara.