Luna estaba interesada en enseñar a Pelusa sobre las bestias de nueve colas y sobre su propio potencial, pero al leer la mente de Rudra, sabía que nunca lo convencería de hacer lo mismo. Después de pensar mucho, Luna dijo:
—Así que tienes 30 días de entrenamiento dentro de Draconia, ¿qué planeas hacer?
Rudra ya ni siquiera se sorprendía, su mente era un libro abierto para esta bestia divina de poder desconocido. Dijo:
—Bueno, mi plan es conseguir algunos pergaminos de habilidades, algunas armas, algunas tecnologías para mi gremio y cosas por el estilo...
Luna suspiró y dijo:
—Así que no tienes un plan y estás planeando improvisar sobre la marcha...
Rudra dijo:
—Sí, absolutamente.
Luna dijo: