Una conversación con Cervantez

Rudra no tenía otra opción más que ser sincero, ya que decidió comenzar con un poco de verdad y mezclar mentiras según la reacción del emperador a sus palabras, ya que necesitaba el apoyo del emperador para controlar su nuevo territorio una vez lo conquistara, ya que sin el apoyo del reino de Arboledelavanda sería imposible mantener a los lobos alejados de su tierra.

Rudra por tanto dijo:

—Mi emperador, desde hace mucho estaba planeando conquistar el reino de Nueve Nubes, soy un hombre ambicioso, no lo negaré, y mis manos están, efectivamente, teñidas de sangre, ya que de una manera u otra, los disturbios dentro de la ciudad son consecuencia de mis acciones, ya que los ciudadanos están, de hecho, perdiendo la vida por mi mal juicio.

Rudra dijo tanto mientras intentaba entender la expresión en el rostro de Cervantez y obtener algunas pistas sobre cómo proceder. Sin embargo, para su consternación, el emperador estaba inexpresivo y solo miraba a Rudra con una mirada aburrida.