Después de que Rudra le diera a Amelia la misión de espiar a Dronacharya, ella fue extremadamente minuciosa con su investigación, ya que cada media hora anotaba en su diario sobre su comportamiento.
Inicialmente, ella solo debía informar a Rudra después de una semana, sin embargo, en 2 días tuvo que irrumpir en la cabina de Rudra jadeando.
—¡Tenemos un problema! —exclamó Amelia mientras intentaba averiguar por dónde empezar su informe.
—Hay un gran ejército, hay un hombre muy poderoso con un rostro espantoso y algún chamán desconocido, sin embargo, lo importante es que están viniendo por nosotros. ¡Habrá guerra pronto! —dijo Amelia con urgencia mientras sentía su corazón salirse de su pecho.
—Tranquilízate, qué pasó, dímelo claramente, no entiendo nada —Rudra le pidió a Amelia que se calmara mientras Pelusa le acariciaba su suave pelaje entre sus piernas para calmarla, y después de un minuto Amelia comenzó a explicarle la situación a Rudra.