—Un excelente propuesta, una verdaderamente generosa debo decir, ya que estás en lo correcto, tienes el artículo que quiero y al cambiarlo por el artículo de menor valor que acabo de comprar, es prácticamente como recibir 500 mil millones de dólares gratis, y solo un loco diría no al dinero gratis. Afortunadamente no soy un loco, y no puedo decir no al dinero gratis. Pero desafortunadamente para ti, ahora que sé que estás dispuesto a pagar 5 billones de dólares por este artículo, ¿cómo puedo dejar que lo tengas solo por una ganancia de 500 mil millones?... Tch, no soy ese tipo de hombre de negocios... —dijo Rudra con una sonrisa astuta en su rostro.
Al escuchar esto Dronacharya sintió como si quisiera vomitar sangre al darse cuenta de que esta situación había sido causada por su propia negligencia, ya que había cavado su propia tumba al darle a Rudra el precio que estaba dispuesto a pagar por este artículo.