Arroz cocido

—Entonces, ¿qué piensas, William? —preguntó James—. Lo primero que hice después de verte fue escribirle una carta a mi viejo amigo y pedirle que hiciera a su nieta tu prometida.

—Eyah —(¿Prometida?)

El anciano sonrió mientras frotaba las regordetas mejillas de William.

—Ella es un año mayor que tú —explicó James—. Aunque no la he visto, el viejo bastardo siempre presumía de su linda nieta. Dado que es así, hacerla tu prometida es definitivamente algo bueno. Ah, ella también es hija de un Duque. Es una buena oportunidad para que nuestra familia ascienda en los rangos de la nobleza.

'... No sabía que mi abuelo era un cazafortunas.' La expresión del bebé se ensombreció.

El anciano notó la expresión de disgusto del bebé y decidió apaciguarlo.

—¿Qué tiene de malo tener una chica hermosa como tu prometida? ¿Qué? ¿No estás satisfecho? No te preocupes, cuando crezcas, me aseguraré de que comas el 'arroz cocido' tan pronto como sea posible. No podrán romper el compromiso una vez que un pequeño William esté dentro de su vientre.

—... Eyah —(... Bastardo.)

William quería abofetear a su abuelo por siquiera pensar en cometer un crimen. Aunque no estaba reacio a la idea de tener una prometida. Los matrimonios arreglados generalmente no terminaban bien. La mayoría de las veces, era solo una herramienta para ganancias políticas para los nobles.

James paseaba por la finca cargando a William. Ella caminaba al lado del viejo bastardo y mantenía un ojo vigilante sobre el pequeño bebé. Una hora más tarde, James subió una colina con vista al pueblo de Lont.

—William, nuestra familia ha vivido aquí por generaciones —dijo James—. La vida aquí es simple y cruda, pero es muy pacífica. Lejos de los despreciables juegos de la nobleza, pero no lo suficientemente importante como para atraer las miradas vigilantes del Rey.

Esta era la primera vez que William veía a su abuelo actuar tan seriamente. Por un breve momento había olvidado que el viejo tonto quería que rodara en la cama con su prometida y le diera un bisnieto.

—Nuestra línea de sangre es muy escasa. Aparte de mí, mis dos hijos, Mateo y tú, no hay más Ainsworth en esta tierra. Somos los últimos de una raza en extinción.

'¿Um? ¿No tenemos parientes vivos?' William frunció el ceño. '¿Cómo es eso?'

James suspiró mientras miraba la distancia.

William pudo ver tristeza y renuencia en la expresión de su abuelo. Aunque quería saber por qué su línea de sangre solo tenía unos pocos miembros familiares, sabía que ahora no era el momento adecuado.

Pasaron unas horas y la familia tuvo una cena de celebración para conmemorar el seguro retorno de James de su viaje. Mateo, el hijo mayor de su Tío Mordred y Tía Anna, se sentó al lado de James.

William, por otro lado, estaba acostado al lado de Ella y bebiendo su leche. Sus ojos estaban fijos en la cena familiar frente a él. Nunca había experimentado esto cuando aún estaba en la Tierra porque era huérfano.

Sin embargo, en este momento, estaba envuelto en un sentido de pertenencia. Esta era su familia, y el alma dentro del bebé se sentía agradecida por haber tenido la oportunidad de nacer en esta familia cálida y cariñosa.

'En aquel entonces, si hubiera entrado al portal de plata, ¿habría nacido en una familia mejor que esta?' pensó William.

Durante su estancia de un año en la Residencia Ainsworth, descubrió que su verdadera madre estaba en el Continente Élfico de Silvermoon. William no tenía recuerdos de cómo se veía su madre. Todo lo que sabía era que se vieron obligados a separarse debido a las circunstancias de su madre.

'Está bien,' murmuró William dentro de su corazón. 'Buscaré a mi madre cuando sea mayor. No hay necesidad de apresurarse.'

William ya sabía que su padre había muerto. No sabía cómo murió, porque nadie en la familia lo discutía. Como con el tema de su madre, decidió averiguar más cuando alcanzara una edad adecuada.

Después de cenar, William fue llevado al dormitorio de la pareja. Ella se quedó con él como de costumbre.

—Eyah —(Mamá, ¿quieres volver a la mazmorra?)

—Meeeh.

—Eyah —(¿No tienes miedo?)

—Meeeeh.

—Eyah —¿quieres hacerte más fuerte?

La Cabra Angoriana lamió las mejillas del bebé en respuesta.

—Eyah. Eyah —está bien, pero volveremos inmediatamente si las cosas se ponen peligrosas, ¿de acuerdo?

—Meeeeh.

Pasaron unas horas y la pareja finalmente estaba en un sueño profundo. William sostenía con ambas manos el anillo que colgaba de su collar y lo activaba.

Un segundo después, se encontró en la caverna familiar. Ella estaba a su lado y estaba en alerta máxima.

—Eyah —otorgar.

El cuerpo de Ella se iluminó y creció medio metro más alto. Sus estadísticas habían aumentado en diez. Sin embargo, eso no terminó allí. Las habilidades pasivas de William "Camino del Pastor y Lobo con Piel de Oveja" aumentaron las estadísticas con tres puntos estadísticos adicionales.

Aunque William no sabía si la actual Ella era fuerte o no, estaba seguro de que podía manejar una batalla uno a uno con un duende.

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Nombre: Ella

Raza: Cabra Angoriana

Puntos de Golpe: 425 / 425

Maná: 150 / 150

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—Eyah. Eyah —mamá, recuerda nuestro acuerdo. Solo lucharemos contra un máximo de dos duendes a la vez, ¿de acuerdo?

—Meeeeh.

La Cabra Angoriana se tumbó en el suelo. William se arrastró sobre la espalda de Ella para montarla. Por alguna razón, en el momento en que se sentó sobre la espalda de la cabra, sintió que no se caería incluso si Ella corría a toda velocidad.

Era como si los dos se hubieran fusionado en una sola entidad. Era una sensación extraña, pero no la desagradaba.

—Eyah —vamos mamá.

—Meeeeh.

La pareja de bebé y cabra se adentró sigilosamente en las profundidades de la Cripta Goblin. El corazón de William latía con fuerza en su pecho. Aunque tenía miedo, también estaba emocionado por la posibilidad de convertirse en uno de esos protagonistas sobre los que había leído en las novelas en la Tierra.