William frunció el ceño cuando escuchó la explicación del sistema. No vino aquí para destruir nada. Su razón para entrar en el calabozo era salvar a quien lo había estado llamando y, por lo que podría entender, los que pedían su ayuda eran estos dos núcleos de mazmorra que estaban casi completamente corrompidos por la oscuridad.
—H-Help. —S-Save.
Las voces se debilitaban como la luz de una vela a punto de apagarse. William no tenía intención de destruir los dos núcleos mientras le preguntaba al sistema si había alguna forma de salvarlos.
—¿De verdad no hay otra forma de salvar estos dos núcleos de mazmorra? —murmuró William frustrado.
Como si esperaran esa señal, dos portales negros aparecieron en el cielo sobre los núcleos de la mazmorra. El Xolotl y la Serpiente Alada cayeron de los portales y se estrellaron contra el suelo del calabozo, haciendo que temblara.