—Empiecen a hablar —dijo James mientras miraba a las tres personas que se habían comportado de manera arrogante cuando llegaron.
Sus cabellos estaban desordenados, sus ropas hechas jirones, y se podían ver marcas de quemaduras en su piel. Aunque sobrevivieron al ataque A.O.E de William, aún sufrieron por su ferocidad.
(Nota del Autor: Area de Efecto - AOE.)
—¡Idiotas! ¡Todos lo lamentarán! —el hombre delgado con cabello y ojos marrones lanzó una mirada furiosa a James y a los hombres detrás de él—. ¿Creen que este pequeño pueblo puede soportar la ira de nuestra organización? ¡Si nos dejan ir ahora, aún podemos hacer la vista gorda a este incidente!
—Él tiene razón —el hombre con un parche en el ojo miró a James con expresión seria—. Será una locura antagonizar a nuestra organización. ¡Nuestros miembros no son algo con lo que unos patanes del campo puedan jugar!