—Charlotte observaba desde un lado mientras Carter extendía su mano hacia su hermanita —comentó en voz baja.
—Sin embargo, justo cuando el Profesor iba a reclamar su premio, un repentino golpe en la puerta de su cuarto lo detuvo —apuntó el narrador.
—Este es el Comandante de Caballeros del Soberano de Guerra Angoriano —sonó una voz autoritaria desde fuera de la puerta—. Hay una situación de emergencia y estoy reuniendo a los miembros de mi Orden de Caballeros para una misión. Me han informado que mi subordinada, Wendy Armstrong, fue vista entrando en esta casa. Me gustaría que los residentes por favor cooperen con la misión de nuestra Orden de Caballeros.
—Carter frunció el ceño porque otra vez fue frustrado de tener su manera con la joven dama noble frente a él. Sin embargo, él era alguien que sabía cuándo retroceder para obtener una perspectiva más amplia. Wendy ya estaba bajo su completo control. La chica no podría escapar incluso si quisiera —explicó con preocupación.