La Princesa Aila se sintió aliviada al ver que sus hermanos y hermanas estaban sanos y salvos. Sin embargo, también estaba triste por la serie de eventos que habían transcurrido en su propio reino. El Príncipe Alaric había ido a la sala de conferencias donde Guillermo, Mateo, Leah, Ian, Jekyll y Celine lo estaban esperando.
Querían que les diera un informe detallado sobre cuán poderosas eran las fuerzas Élficas.
El Príncipe Alaric se sorprendió al ver que Jekyll y Celine no se vieron afectados por el Hechizo Continental. Quería preguntarles cómo habían logrado resistir la maldición, pero sabía que ahora no era el momento para eso.
Para ganarse su confianza, primero debía demostrar que era digno de ella. El Príncipe Alaric había sido instruido desde temprana edad sobre cómo gobernar la Dinastía Zelan. Le enseñaron el arte de la negociación y la intimidación.