Después de las clases, William decidió recorrer los terrenos de la academia.
La Academia Silverwind era tan grande que era común que los nuevos alumnos se perdieran. Ian y la Princesa Sidonie habían estado pasando mucho tiempo juntos y salían de compras muy a menudo.
Al menos, esa era la excusa que siempre daban cuando William preguntaba qué estaban haciendo.
Una vez, casi logró arrancar las respuestas de los suaves y sensuales labios de Morgana después de halagarla con abrazos, besos y un poco de contacto físico.
Sin embargo, antes de que la traviesa chica pudiera soltar la información, la Princesa Sidonie logró tomar el control y la conversación terminó ahí.
Al final, William se dio por vencido y decidió dejar que sus amantes hicieran lo que estaban planeando a sus espaldas. Por la poca información que obtuvo de Morgana, ambas chicas lo hacían por su bien.
La Academia Silverwind estaba ubicada en una región montañosa, no lejos de la ciudad capital del Imperio Kraetor.