El Futuro Me Pertenece

Una anciana miró hacia lo que parecía ser una gran burbuja roja flotando en el cielo.

Dentro de esa burbuja, flotaban dos adolescentes. La anciana tenía una sonrisa desagradable en su rostro mientras observaba el color del cristal rojo que flotaba sobre el corazón de Chiffon.

En este momento, se podía ver un pequeño resplandor en su centro. Esta era la prueba de que el Diablo del Corazón de Chiffon estaba lentamente apoderándose de su corazón. Una vez que todo el cristal estuviera lleno de un resplandor radiante, comenzaría a agrietarse.

Esto significaba que el corazón de la persona había perdido contra su Diablo del Corazón y ahora estaba listo para la fase final. Al Guardián que gobernaba el 51.º piso le gustaba comer corazones. Especialmente le gustaban los corazones de personas inocentes porque tenían un sabor muy rico y abrumador.