¡BANG!
La cara de Edan atravesó la pared haciendo que los escombros se dispersaran por todo el lugar.
La señorita Aimee lo arrastró por el cabello nuevamente y corrió hacia la pared del otro lado.
¡Bang!
Le estrelló la cara contra la pared otra vez, haciendo que esta se derrumbara por completo, pero aún no había terminado.
¡Swoooshhh! ¡Bang! ¡Swoooshhh! ¡Bang! ¡Swoooshhh! ¡Bang! ¡Swoooshhh! ¡Bang! ¡Swoooshhh! ¡Bang!
Repitió las mismas acciones varias veces hasta que ya no quedaron paredes en los alrededores.
Solo se podían ver los pasillos que conducían a diferentes lugares dentro de las instalaciones.
Pero al parecer la señorita Aimee no estaba satisfecha con el dolor que le había causado.
Apretó su cabello con fuerza y lo usó para levantarlo.
La cara de Edan estaba prácticamente destrozada. Le faltaban dientes, su nariz estaba completamente hundida en su cara, ambos ojos estaban hinchados y sangrando.
La señorita Aimee sacó otra pastilla y la colocó en su boca.