—Sobreviviste al ataque de la nave espacial en el sitio #47, te alejaste de mi lado sin que me diera cuenta durante nuestro recorrido por el mercado y tu personalidad dio un giro completo de ciento ochenta grados... Gustav, está bien si quieres ocultar el hecho de que ahora eres diferente, pero por favor deja de tratarme como una tonta... ya te he dicho lo que quiero... Si trabajamos juntos podríamos obtener muchas ventajas siendo compañeros... considera mi petición —la explicación de Matilda dejó a Gustav con una expresión contemplativa.
Ahora que ella había revelado sus intenciones, la sospecha de Gustav hacia ella se había reducido. Si ella no hubiera sido sincera, Gustav jamás le daría oportunidad alguna.
—¿Así que quieres que nos aprovechemos el uno del otro? Tú me ayudas y yo te ayudo, beneficios mutuos, ¿es eso? —dijo Gustav.
Matilda asintió levemente.
—Es por eso que quiero hacer un trato contigo, para que veas cuán sincera soy respecto a esto —explicó Matilda.